5 de Enero a la noche, la tradición dice que todos los chicos deben sacar sus zapatos para recibir los regalos de Los Reyes Magos. Incluso, los mas creyentes dejarán agua y pasto para los pobres camellos que se encuentran recorriendo todas las casas..
¿Mito, Leyenda o Base histórica? Vamos al texto.
Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo".
Así empieza el segundo capítulo del evangelio de Mateo en el nuevo testamento, y esta es la primera de las pocas menciones a los reyes magos que se encuentran en el libro "oficial" del cristianismo, más adelante, en el mismo capítulo podemos leer:
Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: "Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje". Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño.
Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra.
Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.
Ahí termina. No aparece ni el número de magos que visitan al nuevo nacido, ni su procedencia, ni tampoco los nombres que han llegado hasta nuestros días, Melchor, Gaspar y Baltasar.
Para tener más datos sobre estos conocidos personajes de la mitología popular, debemos acudir a los Evangelios apócrifos de La infancia de Tomás (o evangelio de Pseudo Tomás), a los apócrifos árabes sobre la infancia de cristo y a su versión armenia (todas estas traducciones del griego). Una vez leidos todos estos documentos, podemos configurar el aspecto que la mitología popular ha dado a estas figuras.
Vamos a ver los evangelios que a mi parecer son más interesantes y que más datos aportan sobre estas figuras, como son el Evangelio de la Infancia en su traducción árabe:
"Y la noche misma en que el Señor Jesús nació en Bethlehem de Judea, en la época del rey Herodes, un ángel guardián fue enviado a Persia. Y apareció a las gentes del país bajo la forma de una estrella muy brillante, que iluminaba toda la tierra de los persas. Y, como el 25 dcl primer kanun (fiesta de la Natividad del Cristo) había gran fiesta entre todos los persas, adoradores del fuego y de las estrellas, todos los magos, en pomposo aparato, celebraban magníficamente su solemnidad, cuando de súbito una luz vivísima brilló sobre sus cabezas."
Aquí tenemos ya una serie de datos de cierta importancia. Un primer dato importante es el que indica la procedencia de los reyes, y los vincula con la antigua Persia. Podemos ver también que dan una fecha para el avistamiento de la estrella, el 25 de diciembre. La fecha a la que hace referencia es de gran importancia para los persas, pues se celebra su festividad más importante del año, en la que celebran el nacimiento del Dios Mitra, Dios Persa que representa la luz solar y del que ya hablamos en el anterior artículo sobre la Navidad. Esa fecha nos da una pista que permite justificar la presecia de a los que el texto nombra como "adoradores del fuego y de las estrellas", pues tal y como el texto nos deja ver, el nacimiento de Cristo coincide con el de Mitra.
Más adelante, los reyes van a preguntar a los sacerdotes o sabios sobre la razón de semejante acontecimiento, y aquí es donde debemos ver exactamente a que se refiere la palabra mago tal y como pretende ser transmitida como μάγος (mago) en los textos originales griegos.
El sustantivo mago no hace referencia aquí a un hechicero, sino que refiere a un sabio, un estudioso que muy posiblemente tuviera conocimientos sobre astrología y los fenómenos que en estas pueden sucede. Se utiliza, en este caso, para referirse a hombres sabios (así se los llama en diversas versiones de la Biblia en inglés) o, más específicamente, hombres de ciencia que posiblemente estuvieran relacionados con la adoración zoroastrista y su culto (sacerdotes).
Sigamos viendo el texto:
"Y he aquí que uno de los dioses ha venido a anunciarnos su nacimiento, para que vayamos a ofrecerle presentes, y a adorarlo. Ante cuya revelación, todos, jefes, magistrados, capitanes, se levantaron, y preguntaron a sus sacerdotes: ¿Qué presentes conviene que le llevemos? Y los sacerdotes contestaron: Oro, incienso y mirra. Entonces tres reyes, hijos de los reyes de Persia, tomaron, como por una disposición misteriosa, uno tres libras de oro, otro tres libras de incienso y el tercero tres libras de mirra. Y se revistieron de sus ornamentos preciosos, poniéndose la tiara en la cabeza, y portando su tesoro en las manos."
Aquí de nuevo vemos una serie de datos interesantes. Se la definición de los regalos del mismo modo que en el evangélio de Mateo, pero lo más interesante es la separación que hace de los magos y los reyes, siendo definidas como personas distintas, en cuanto no serían Reyes Magos, sino que por un lado, estarían los magos, los sabios que escogen los regalos, y por el otro, los reyes, que serían quienes portarían los regalos al hijo de Dios. Es un buen detalle observar que las unidades que se van repitiendo siempre son tres, como número sagrado e importantísimo del cristianismo. Tres regalos divididos en tres unidades cada uno portados por tres reyes (tres veces tres).
vamos a ver ahora el fragmento perteneciente al texto gnóstico armenio:
"Y José y María continuaron con el niño en la caverna, a escondidas y sin mostrarse en público, para que nadie supiese nada. Pero al cabo de tres días, es decir. el 23 de tébeth, que es el 9 de enero, he aquí que los magos de Oriente, que habían salido de su país hacía nueve meses, y que llevaban consigo un ejército numeroso, llegaron a la ciudad de Jerusalén. El primero era Melkon, rey de los persas; el segundo, Gaspar, rey de los indios; y el tercero, Baltasar, rey de los árabes. Y los jefes de su ejército, investidos del mando general, eran en número de doce. Las tropas de caballería que los acompañaban, sumaban doce mil hombres, cuatro mil de cada reino. Y todos habían llegado, por orden de Dios, de la tierra de los magos, su patria, situada en las regiones de Oriente. Porque, como ya hemos referido, tan pronto el ángel hubo anunciado a la Virgen María su futura maternidad, marchó, llevado por el Espíritu Santo, a advertir a los reyes que fuesen a adorar al niño recién nacido. Y ellos, habiendo tomado su decisión, se reunieron en un mismo sitio, y la estrella que los precedía, los condujo, con sus tropas, a la ciudad de Jerusalén"
Bueno, aquí encontramos por fin los nombres propios de los tres reyes magos, Melkón el persa, Gaspar el rey indio y Baltasar, el rey árabe. Volvemos a ver como aquí el texto entra en un pequeño conflicto, y es que aquí ya los presenta como magos y como reyes. Como sabios y como personalidades de gran importancia en sus paises. Vemos que la comitiva cambia, y quienes visitan al niño son estos tres reyes acompañados de los doce jefes de sus distintos ejércitos, que también marchan con ellos en un número de más de 12.000 soldados. Desde luego, una comitiva nada discreta, tal y como marca el belén más tradicional.
Un poco más adelante podemos ver como el texto también da distintas versiones en lo referente a los regalos que portan para el niño:
"[...] El primer rey, Melkon, aportaba, como presentes, mirra, áloe, muselina, púrpura, cintas de lino, y también los libros escritos y sellados por el dedo de Dios. El segundo rey, Gaspar, aportaba, en honor del niño, nardo, cinamomo, canela e incienso. Y el tercer rey, Baltasar, traía consigo oro, plata, piedras preciosas, perlas finas y zafiros de gran precio"
Vemos aquí como el número de regalos aumenta, trayendo todos los elementos preciosos que deben vestir a un rey, como el aloe, el color púrpura o el oro. Más adelante en este escrito, que es el más largo y que mayores referencias da a este tema, podemos ver el ritual de la entrega de cada uno de los regalos, y su simbología explicada con la relación divina de Jesús.
El arte ha traido numerosas representaciones de estos tres personajes, desde el románico más primitivo, las figuras de los tres reyes portando regalos han sido numerosamente representadas, haciéndonos entender como la tradición popular ha trascendido de los textos del nuevo testamento aprovados en Nicea.
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