miércoles, 28 de octubre de 2009

El Calafate - accesible e inaccesible

La localidad de El Calafate, famosa por sus Glaciares, y por el costo de sus terrenos fiscales, se ubica en el margen sur del Lago Argentino. Este lago es el de mayor superficie de todo el territorio nacional.

El nombre de la localidad, donde ya viven mas de 20,000 personas, viene del arbusto de El Calafate, el cual a su vez, trae el nombre del verbo "calafatear". Cuenta la historia que los primeros expedicionarios españoles encontraron especialmente util este arbusto para mezclar con brea y de este modo reparar las aberturas y daños en los cascos de los barcos, en jerga marina "calafatear" los barcos.

Respecto a los Glaciares, no son un fenómeno unico a nivel mundial los argentinos, pues existen en diversos paises del hemisferio norte, lo inédito de los Glaciares de esta zona es su accesibilidad y en particular en el caso del Perito Moreno el hecho de ser el Glaciar que tiene "autogeneracion" mas grande del mundo.

Los Glaciares de esta zona, son visibles sin necesidad de ser un montañista experto, mientras que los del hemisferio norte se encuentran todos en zonas por demas inaccesibles para quienes no escalan montañas. Basta llegar hasta las pasarelas frente al Perito Moreno, y disfrutarlo.



La Autogeneración del Perito Moreno si que es un fenómeno casi único. En general los glaciares (como el caso del Upsala y el Spegazzini por ejemplo ) se encuentran en retracción, es decir año a año van achicando su tamaño y se estima que, en menos de un siglo, desaparecerán, o se transformarán en simples ríos.

En el caso del Perito Moreno, la cantidad de agua y nieve que cae en su zona de generación (el indice de lluvias es de casi 3000 mm anuales) es igual o mayor al de su zona de rompimiento. Con lo cual, es un Glaciar que, salvo por un cambio dramático en el clima, será eterno.

Todos los Glaciares del sur de la Patagonia tienen su origen en la gran masa de hielo llamada "Masa de Hielos Continentales o Campos de Hielo" la cual, recordemos, estuvo en disputa limitrofe con Chile y fue asignada mayoritariamente a la Argentina en un Tratado firmado en 1998. Esta zona está considerada, luego de la Antartida y Groenlandia como la tercera zona de reserva hídrica mundial.

Del avistaje de los Glaciares llama particularmente su color. Uno supone que los mismos son blancos, pero debido a la irregular refracción de la luz y los colores, se aprecian, tanto los Glaciares como los bloques de hielo que son sus desprendimientos en distintos tonos de Azul y Celeste con brillos especiales, tanto en dias nublados como en dias soleados.


Decenas de hoteles, centenares de restaurantes y miles de habitantes hoy viven del turismo, fundamentalmente proveniente del exterior. Los altos costo del pasaje aéreo mas estadía hacen que esta belleza natural quede bastante alejada de los presupuestos de un ciudadano medio. Una pena pues, es un lugar digno de verse.

Algo accesible desde lo físico, se vuelve, por desgracia, inaccesible desde lo económico para mucha gente.

martes, 27 de octubre de 2009

Rumbo al Calafate

El pasado fin de semana he tenido la suerte de conocer El Glaciar Perito Moreno y la localidad de El Calafate. Sin dudas una de las bellezas naturales mas importantes, del país y del mundo.



El Calafate se encuentra a 316 km de Río Gallegos, y toma su nombre del pequeño arbusto Calafate, típico del sur de la Patagonia. Este fruto, es una baya muy reconocida en la preparación de dulces. Según la tradición, quien come calafate alguna vez regresará por más. Pero la realidad indica que quien conoce El Calafate no quiere irse jamás o dicho de otro modo, quien invierte en algun terrenito fiscal en el Calafate, no se va mas.


En Octubre de 1867 una expedición terrestre fue hacia las nacientes del Río Santa Cruz, promovida, organizada y financiada por el Cap. Luis Piedra Buena a las órdenes de Guillermo Gardiner y acompañantes, navegando por la margen sur del río. Emplearon 33 días de ida y 16 de vuelta. En su recorrido , creyeron posible encontrar un paso hacia el Pacífico. Expedición importante por el descubrimiento efectivo del Lago (bautizado por Moreno) Lago Argentino, y condiciones que facilitarían otras expediciones (aguas, pastos, árboles, caza).

En Noviembre de 1873 , el Subteniente Valentín Feilberg fue designado para explorar las nacientes del Río Santa Cruz. La marcha en chinchorro con otros tripulantes, la realizaron en 22 días, pero por la equivocada información con la que contaban, creyeron que era el Viedma. Izaron el pabellón en un remo como asta y dejaron una botella con un documento probatorio de su hazaña.

A fines de 1876 y a comienzos de 1877, Carlos Moyano (Nada que ver con Hugo, por supuesto) y Francisco Moreno efectuaron el primer viaje exploratorio desde la Isla Pavón, navegando el Río Santa Cruz. El 15 de febrero de 1877 Moreno bautizó Lago Argentino al lago que origina ese río. Esta expedición permitió conocer la información general del Lago Argentino. En la división del Brazo Norte y el Brazo sur dieron al lugar el nombre de Punta Bandera depositando el pabellón Nacional. También bautizaron los montes Frías, Buenos Aires, Moyano, Stokes, Fitz Roy y Punta Avellaneda.

En 1879 el Glaciar Moreno fue avistado por primera vez por el capitán Inglés de la Armada Chilena Juan Tomás Rogers, dándole el nombre de un militar chileno: "Francisco Gormaz ”, por patrocinar dicho organismo la expedición. También años mas tarde Hauthal adscripto a la Comisión Argentina de Límites, lo llamaría Bismark en honor del Canciller prusiano.

En 1887 Agustín del Castillo estuvo en el Lago Argentino y al pie del Payne. En 1892 Alcides Mercerat, hombre de ciencia francés realizó una excursión a través del Río Santa Cruz hasta el Lago Argentino y la Cordillera del Payne, efectuando observaciones geológicas y reuniendo material arqueológico.

En 1899 se daría el nombre definitivo al Glaciar en honor al Perito Moreno por el Teniente Iglesias encargado de unos estudios para el Instituto Hidrográfico Argentino

El Glaciar Perito Moreno es una masa de hielo en movimiento de 5 Kms de ancho. Su colosal avance logró cruzar el Canal de los Témpanos en el año 1947, cuando se apoyó en tierra firme en la punta de la península de Magallanes, arrasando con el bosque de lengas. Convirtiéndose en un gigantesco dique, cortó el drenaje natural de toda la parte sur del lago, el Brazo Rico.

Este extraordinario fenómeno da lugar al crecimiento del nivel de las aguas provenientes del Lago Argentino, provocando un desnivel de casi 20 metros. La tremenda presión sobre el glaciar produce filtraciones y termina fracturándolo, socavándolo y finalmente rompiéndolo.

El gradual rompimiento y posterior nivelación de las aguas, es un espectáculo conmovedor, único en el mundo, que se repite cada tres o cuatro años, al cual asisten miles de personas de todo el mundo.

Este rompimiento, se producía hasta hace pocos años con un carácter bastante regular, por desgracia, los cambios climáticos, y en particular el llamado "calentamiento global" ha llevado a que el fenómeno no se produzca con la frecuencia histórica.

El ultimo rompimiento se produjo extrañamente en Invierno del 2008, siempre el mismo se habia producido en Verano, como este del 2006:


martes, 20 de octubre de 2009

Origen y final de Mafalda por Quino

Una de las mejores historietas Argentinas fue sin dudas Mafalda, esta es la historia de su nacimiento, desarrollo y desaparición.

El 29 de Setiembre de 1964 debutó oficialmente como tira "Mafalda", en la revista "Primera Plana"; sin embargo, el personaje en sí había sido creado en 1963 . Según Joaquín Salvador Lavado (Quino), autor de "Mafalda", y dueño de una genuina modestia, todo empezó por casualidad y sin que él se propusiera ninguna grandeza: "En realidad Mafalda iba a ser una historieta para promocionar una nueva línea de electrodomésticos llamada Mansfield. La agencia Agnes Publicidad le encargó el trabajo a Miguel Brascó, pero como él tenía otros compromisos, me lo pasó a mí. Esto fue en 1963. Pero la campaña nunca se hizo y las ocho tiras que dibujé quedaron guardadas en un cajón. Hasta que al año siguiente Julián Delgado, secretario de redacción de "Primera Plana", me pidió una historieta. Entonces rescaté esas tiras y bueno, ahí empezó todo"

Esta anécdota, que Quino contó muchas veces, tiene algunos detalles poco conocidos. Por ejemplo, el nombre del empleado de la agencia que le encargó la tira: el actor Norman Briski.

Brascó, hoy día, recuerda: "En aquel momento ese nombre me quedó grabado, porque era una mezcla de mi apellido con el del dibujante Oski. Cuando me llamó, esta coincidencia me resultó graciosa y fui a la agencia a ver de qué se trataba. Querían una familia con padre, madre y dos hijos: un típico contexto para que aparecieran los productos. Lo que necesitaban no tenía nada que ver con lo que yo normalmente hacía, así que le derivé el trabajo a Quino, que en ese momento trabajaba conmigo". Brascó, justamente, era el director del suplemento de humor "Gregorio", de la revista "Leoplán", donde, cuando aún no estaba del todo definido el personaje, fueron publicadas 3 tiras sueltas de la familia. Quino no sospechaba, cuando comenzó con el personaje, que las reflexiones puestas en boca de este personaje serían traducidas a 26 idiomas (desde el japonés, italiano y portugués, hasta el griego, francés y holandés).

En el caso de Mafalda, la partera no dijo macho: el flamante personaje que con los años se transformaría en un estandarte de lucha por la igualdad social (en tiempos en que la liberación femenina aún estaba en pañales), llevaba sus polleras bien puestas. Quino, el creador de Mafalda, dice hoy día: "-¿Por qué mujer? No lo sé. Al principio uno no se detiene a pensar en esas cosas.-". El dibujante tampoco se había puesto a pensar, tres décadas atrás, que las ideas de esta niña tan ingeniosa como irreverente, tan reflexiva como contestataria, iban a recorrer el mundo. Mucho menos que aunque la URSS haya desaparecido, lo mismo que Los Beatles y la guerra de Vietnam, el mensaje de Mafalda seguiría manteniendo la misma dosis de genialidad y, sobre todo, de actualidad. Y menos aún sospecharía lo que el escritor Julio Cortázar llegaría a decir de Mafalda .

Luego de publicarse en la revista "Primera Plana", pasó al diario "El Mundo" (de Buenos Aires) desde el día 15 de Marzo de 1965. Cuando este diario cerró (el 22 de Diciembre de 1967), Mafalda y sus amigos debieron tomarse vacaciones durante un tiempo, con la mamá de Mafalda estando embarazada. Mientras tanto, fueron republicados en diversos diarios del interior del país. Durante unos seis meses no hubo tiras nuevas. Por ese entonces Quino realizaba una página de humor en el semanario "Siete Días Ilustrados" y la publicación decide reemplazarla incorporando a Mafalda, que aparece el 2 de junio de 1968.

Para cuando la tira se reanuda en "Siete Días Ilustrados", ya había nacido Guille, el hermanito de Mafalda. Se publicaban 4 tiras por semana y, para completar la diagramación de la página, Quino hacía un dibujo a modo de encabezado, colocando a los personajes en distintas situaciones. Desde el momento de su publicación, Mafalda se ganó la fama de ser un registro minucioso de la clase media argentina de los años '60 y de los episodios que resaltaban en el escenario mundial para el momento. Justamente, uno de los juguetes preferidos de Mafalda era un globo terráqueo, al cual cuidaba como a un enfermo, lo abrigaba y hasta intentó mejorarlo con las cremas de belleza de su madre

Mafalda retrató y opinó sobre eventos tales como la guerra de Vietnam, la carrera espacial, el movimiento tercermundista, el asesinato de Kennedy, los derechos humanos, el sexo, la represión, el psicoanálisis, el feminismo y la religión, entre otros muchos. Según opinan los expertos, con Mafalda, el género de la historieta pasó de lo social a lo psicológico. Con una exacta dosis de simpleza y profundidad, Mafalda se convirtió en el personaje de historieta que más significa hoy para los argentinos.

En cuanto al exótico nombre de "Mafalda", surgió de la versión cinematográfica de la novela "Dar la cara", de David Viñas; en una escena de esa película aparece una beba dentro de un moisés que se llama así, y Quino adoptó el nombre, ya que le pareció alegre. El autor jamás imaginó que ese ser diminuto y genial, con una inteligencia y sagacidad inmune a los razonamientos adultos y apenas rodeada de un apropiado universo infantil, elevaría la historieta a la categoría de "cuentos morales". Sus historietas fueron guiños hacia los estereotipos de Argentina y del mundo en el momento, retratando diferentes aspectos del género humano.

Quino ha declarado en múltiples ocasiones que estaba sorprendido por la repercusión que han tenido sus dibujos en países tan diferentes a su país natal como Japón o Estados Unidos. Dijo, en declaraciones al diario El Mundo, de España, que "Las tiras de Mafalda están sembradas de tópicos argentinos, y siempre me he preguntado cómo pueden entenderlas en otras culturas" . Lo cierto es que con el paso del tiempo, esta historieta protagonizada por una niña rebelde y tierna, junto a su singular grupo de amigos, se ha convertido en objeto de culto, no sólo en su país natal sino en muchos países alrededor del planeta. Mafalda, en cuarenta años de existencia, traspasó no sólo fronteras sino también los estrechos márgenes de las tiras para convertirse en un personaje más de la realidad.

Hace más de tres décadas, Quino dejó de dibujarla. El 25 de junio de 1973 apareció Mafalda por última vez en una tira. Los cuadritos finales de la historieta fueron publicados en el semanario Siete Días. Puede decirse que ése fue el final oficial de la saga de la nena "ferviente antisopa" y sus amigos, ya que si después hubo otras apariciones, fueron discontinuas, para campañas de bien público o como un regalo personal que su creador, Quino, eventualmente entregaba a sus amigos . Eso no quita que desde aquella fecha numerosas publicaciones sigan reproduciendo a Mafalda en muchos países. Además, sus temas más recurrentes (los abusos de poder, las injusticias sociales, el autoritarismo), siguieron vigentes en los trazos de su autor, Quino, en casi todos sus chistes posteriores.

Quino fue preparando el terreno de la despedida así: en el número del 18 de junio de 1973, la chismosa Susanita contaba al lector: "Ustedes no digan nada que yo les dije, pero parece que por el preciso y exacto lapso de un tiempito los lectores que estén hartos de nosotros van a poder gozar de nuestra grata ausencia dentro de muy poco". El remate llegaría una semana después; esa tira final no tenía cuadros, todo el espacio lo ocupaban Mafalda y su pandilla, a excepción de Susanita. Tomaba la palabra Mafalda: "Dice el director que bueno, que a partir de hoy podemos darle un descanso a los lectores, pero que si alguno de nosotros se mudare, trasladare y/o apareciere en otra revista y/o diario, él a patadas nos agarrare"
También ese día salió publicado el que podría ser el testamento intelectual de Mafalda: dormida, sonriente, sueña con que el mundo está cubierto por una manifestación. En el sueño, se le aparece Susanita para decirle: Tarada, ¿tenés pesadillas y encima te reís?

Es el mismo Quino quien da los motivos para la conclusión de la tira: "Me costaba mucho esfuerzo no repetirme, sufría con cada entrega. Cuando uno tapa el último cuadrito de una historieta y ya sabe cuál va a ser el final es porque la cosa no va. Y por respeto los lectores y a mis personajes y por mi manera de sentir el trabajo decidí no hacerla más y seguir con el humor que nunca dejé de hacer." A diferencia de otros colegas suyos, como Schulz (creador de los Peanuts), que han hecho perdurar las tiras apoyándose en un equipo de guionistas y dibujantes, Quino se resistió siempre a perder el contacto personal con su creación. Jamás quiso adoptar esta modalidad de trabajo por considerarla no adecuada a su estilo, así como tampoco nunca ha utilizado un mecanismo particular de trabajo. Antes que nadie lo pudiera percibir, Quino supo que Mafalda había cumplido su cometido.

lunes, 19 de octubre de 2009

Sobre la novela y el cuento corto

De acuerdo a mi estado de ánimo, o al tiempo disponible, me gusta leer alternadamente cuentos y novelas. Siempre me gustaron ambos géneros.

Hace poco encontré este texto, traducido de Phillip K Dick(*), el genial novelista y escritor de cuentos de ciencia a ficción.

Dice Dick sobre la novela y el cuento corto:

La diferencia entre un relato corto y una novela reside en lo siguiente: un relato corto puede tratar de un crimen; una novela trata del criminal, y los hechos derivan de una estructura psicológica que, si el escritor conoce su oficio, habrá descrito previamente. Por consiguiente, la diferencia entre un relato corto y una novela no es muy grande; por ejemplo, La larga marcha, de William Styron, se ha publicado ahora como "novela corta", cuando fue publicada por primera vez en Discovery como "relato largo". Esto significa que si lo leen en Discovery están leyendo un relato, pero si compran la edición de bolsillo van a leer una novela. Con eso basta.

Las novelas cumplen una condición que no se encuentra en los relatos cortos: el requisito de que el lector simpatice o se familiarice hasta tal punto con el protagonista que se sienta impulsado a creer que haría lo mismo en sus circunstancias... o, en el caso de la narrativa escapista, que le gustaría hacer lo mismo. En un relato no es necesario crear tal identificación, pues 1) no hay espacio suficiente para proporcionar tantos datos y 2) como se pone el énfasis en los hechos, y no en el autor de los mismos, carece realmente de importancia -dentro de unos límites razonables, por supuesto- quién es el criminal.

En un relato, se conoce a los protagonistas por sus actos; en una novela sucede al revés; se describe a los personajes y después hacen algo muy personal, derivado de su naturaleza individual. Podemos afirmar que los sucesos de una novela son únicos, no se encuentran en otras obras; sin embargo, los mismos hechos acaecen una y otra vez en los relatos hasta que, por fin, se establece un código cifrado entre el lector y el autor. No estoy seguro de que esto sea especialmente negativo.

Además, una novela -en particular una novela de ciencia ficción- crea todo un mundo, aderezado con toda clase de detalles insignificantes..., insignificantes, quizá, para describir los personajes de la novela, pero vitales para que el lector complete su comprensión de todo ese mundo ficticio. En un relato, por otra parte, usted se siente transportado a otro mundo cuando los melodramas se le vienen encima desde todas las paredes de la habitación... como describió una vez Ray Bradbury. Este solo hecho catapulta el relato hacia la ciencia ficción.

Un relato de ciencia ficción exige una premisa inicial que le desligue por completo de nuestro mundo actual. Toda buena narrativa ha de llevar a cabo esta ruptura, tanto en la lectura como en la escritura. Hay que describir un mundo ficticio totalmente. Sin embargo, un escritor de ciencia ficción se halla sometido a una presión más intensa que en obras como, por ejemplo, Paul's Case o Big Blonde, dos variedades de la narrativa general que siempre permanecerán con nosotros.

En los relatos de ciencia ficción se describen hechos de ciencia ficción; en las novelas de este tema se describen mundos. Los relatos describen cadenas de acontecimientos. El nudo central de los relatos es una crisis, una situación límite en la que el autor involucra a sus personajes, hasta tal extremo que no parece existir solución. Y luego, por lo general, les proporciona una salida. Sin embargo, los acontecimientos de una novela están tan enraizados en la personalidad del protagonista que, para sacarlo de sus apuros, debería volver atrás y reescribir su personaje.

Esta necesidad no se encuentra en un relato, sobre todo cuanto más breves sea (relatos largos como Muerte en Venecia, de Thomas Mann, o la obra de Styron antes comentada son, en realidad, novelas cortas). De todo esto se deduce por qué los escritores de ciencia ficción pueden escribir cuentos pero no novelas, o novelas pero no cuentos; todo puede ocurrir en un cuento; el autor adapta sus personajes al tema central. El cuento es mucho menos restrictivo que una novela, en términos de acontecimientos.

Cuando un escritor acomete una novela, ésta empieza poco a poco a encarcelarlo, a restarle libertad; sus propios personajes se rebelan y hacen lo que les apetece... no lo que a él le gustaría que hicieran. En ello reside la solidez de una novela, por una parte, y su debilidad, por otra.

(*) Phillip K Dick, para quienes nunca lo hayan leido es el autor de los cuentos en los cuales se basaron películas como Blade Runner, El Vengador del Futuro, Minority Report entre muchas otras.

Para quienes tengan tiempo y ganas de leer excelente literatura, les dejo el link de los libros de Dick

jueves, 15 de octubre de 2009

El Fantasma de Felicitas Guerrero

Felicia Antonia Guadalupe Guerrero y Cueto era la hija de Carlos José Guerrero (quien introdujo al país las vacas de raza Aberdeen Angus) y de Felicitas Cueto y Montes de Oca.

En 1862, todavía en su adolescencia, Martín Gregorio de Alzaga (nieto de Martín de Álzaga y uno de los hombres más ricos del país) pide a Carlos la mano de su hija; aunque ella ruega a su padre que no la obligue a casarse con ese hombre, que en ese momento tenía alrededor de 60 años, el casamiento se lleva a cabo para que ella “sentara cabeza” (y por la fortuna de este buen hombre, por supuesto). De ese matrimonio, celebrado dos meses después, nacen dos hijos pero ambos mueren (uno al nacer y el otro de fiebre amarilla); poco después, muere Martín que no había podido superar la depresión. Así, Felicitas, a los veintitantos años (varían las historias en cuanto a la edad pero no pasaba de los 26), queda viuda, inmensamente rica y con propiedades que incluían campos, tres estancias y una casa en Barracas.

Luego del luto, comienza a asistir a diversas fiestas de la sociedad; era famosa no solo por su belleza, sino también por su dulzura y buen carácter por lo que los pretendientes le sobraban. En una de esas fiestas conoce a Enrique Ocampo (tío de Victoria) que le declara su amor; comenzó a acosarla y perseguirla y a Felicitas, que en un principio se había sentido atraída, ya le estaba resultando molesta su presencia. Enrique prometió transformarse en su sombra….

Felicitas, luego de enviudar, se había hecho cargo de los campos, y repartía su tiempo entre ellos y su quinta de Barracas. Cuenta la leyenda, que viajando desde la estancia Juancho hasta La Postrera, se desata una fuerte tormenta; el dueño del campo por donde estaban pasando, Samuel Saenz Valiente los refugió en su casa y ella quedó deslumbrada por este estanciero, con el que planeó casarse.

En enero de 1872, Felicitas estaba organizando en su estancia lindante al Río Salado, una fiesta con motivo de la inauguración del Puente La Postrera el 2 de febrero, que unía Castelli con Chascomús (y que durante mucho tiempo fue parte del camino a Mar del Plata) y del que ella sería la madrina. El 29, viaja a Barracas a hacer algunas compras para esa ocasión; al llegar a su quinta, le avisan que Ocampo la estaba esperando, aparentemente para reclamar por su amor, exigir explicaciones sobre por que no había sido el elegido.

Ella consideró inoportuno atenderlo y se lo hizo saber. Que pasó esa noche? No se sabe con certeza… Si se sabe que Ocampo disparó por la espalda a Felicitas, atravesando su pulmón derecho y que él terminó muerto: algunos dicen que fue él mismo quien se disparó cuando vio lo que había hecho y otros, que fue Demaría, primo de Felicitas que se encontraba en la quinta, quien lo mató. Al día siguiente, 30 de enero, ella muere en brazos de sus padres.

Los padre de Felicitas mandaron construir una capilla en homenaje a su hija. El lugar que se eligió para la construcción fue el mismo donde Felicitas fue asesinada, actualmente la calle Pinzón 1480, en pleno barrio de Barracas. El arquitecto fue Ernesto Bunge, quien si bien fue un arquitecto formado en Berlín, revalidó su título en la Universidad de Buenos Aires, transformándose en el primer arquitecto en recibir ese título en la UBA.

La iglesia tiene un estilo neorrománico alemán y neogótico con diversos elementos germánicos, es la única en su estilo que quedó en pie del mundo, su interior está decorado con mármoles, mosaicos españoles, mampostería policromada, vitrales franceses. Posee un reloj inglés con carrillón de un metro de diámetro (restaurado en Inglaterra y puesto en marcha por el Príncipe Andrés de Gales en el año 1999) y un órgano Walter de origen alemán de 783 tubos.

Son muchas las historias tejidas alrededor de esta Iglesia, que es la menos elegida por los novios para casarse en toda la ciudad. En su interior se puede encontrar una escultura de Felicitas junto a su hijo Félix, construido en mármol de Carrara, lo que convierte a esta iglesia en la única con estatuas de seglares. La leyenda también dice que tocar esa estatua es asegurarse una vida desgraciada y trágica.

Las rejas, en cambio, les devuelven a los amantes despechados su amor para siempre, sólo deberán ir hasta la entrada y atar un pañuelo blanco en cualquiera de sus barrotes (aunque el cura encargado de la iglesia asegura que es frecuente encontrar ropa interior atada).

Muchos vecinos aseguran que el fantasma de Felicitas aún vive en la zona, y que todos los 30 de enero, se la puede ver en su vestido blanco, llorando desconsolada frente a las rejas y que las noches de tormenta pueden escucharse las campanas por alguna razón que aún no pudo ser descubierta.

La iglesia fue totalmente reconstruida hace pocos años por Félix Bunge, bisnieto del arquitecto original con el generoso aporte de la Embajada de Alemania… sobre la cual también existe una leyenda oscura, pero esa es otra historia que contaremos más adelante.

Dante Galeazzi, sacerdote a cargo de esa iglesia, afirma que todos "esos cuentos" son mentiras de personas ignorantes y que él jamás escuchó ruidos dentro del templo. Para mayor información todos los domingos a las 11 de la mañana se realizan visitas guiadas, con un costo es de $ 5.


Fuente: Blog "Fantasmas de Buenos Aires" y "La Historia de Felicitas Guerrero"

martes, 13 de octubre de 2009

Dracula existió y fue Mujer - Parte II

En la Primera parte de esta historia, relatamos como una condesa de mediana edad, con una vida plagada de tragedias, inicia sus prácticas mas terribles en búsqueda de la juventud perdida.

Los baños de sangre se convirtieron en su obsesión. Luego de la primera expriencia los rituales pasaron a ser una rutina cotidiana dentro del Castillo Cachtice. El enano bufón Ficzco, las doncellas de confianza y un grupo de bruja que vivían cerca de la Condesa a partir de 1604 se encargaron de abastecerla de chicas vírgenes.

De acuerdo a los numerosos historiadores que estudiaron la vida de la asesina se pudo establecer que los rituales se desarrollaban de la siguente manera. El carruaje negro oficial de la Condesa recorría la zona de los Cárpatos en busca de jóvenes de entre 9 y26 años, a quienes se engañaba con promesas de trabajo en el castillo.

Con lo que ganaba una chica trabajando para Báthory se podían mantener familias completas. Entre los sectores sociales más humildes nadie se atrevía rechazar semejante propuesta. Al menos hasta que comenzaron las desapariciones.

Las chicas podían ir por las buenas o por las malas. Si se resitían se las drogaba y una vez dormidas las cargaban en el carro. Al llegar al castillo se las trasladaba a los aposentos de Erzsébet, donde le cortaban las venas y las arterías para que llenaran con sangre la bañadera. A las que gritaban les cosían la boca para que no molestaran con los chillidos.

Una vez que habían conseguido la sangre necesaria, la Condesa comenzaba con sus baños. En algunas ocasiones colgaban a las chicas con una polea, las degollaban y dejaban que la sangre cayera sobre el cuerpo de Erzsébet. Como no le gustaba secarse con toallas, cuando Báthory terminaba con su baño hacía que sus sirvientas la lamieran para limpiar el cuerpo. Durante 11 años la Condesa llevó adelante este estilo de vida.

Más allá de los rituales sangrientos las víctimas sufrían terribles tormentos antes de ser ejecutadas. Si las jóvenes capturadas sobraban en los calabosos, la nuevas chicas que llegaban eran encerradas en otras cárceles del castillo, donde vivían en terribles condiciones y se alimentaban con la carne de los cádaveres que se habían mutilado.

Además de usarlas para sus placeres lésbicos, Báthory veía a sus prisioneras como objetos de entretenimento. En invierno le gustaba mojar los cuerpos desnudos de las mujeres con agua para luego dejaralas que murieran de frío en los patios de su morada.

Otra veces las pinchaba con agujas, sólo para ver como fluía la sangre de los cuerpos o las untaba con miel para hacerlas comer por hormigas. Su juguete favorito era la “Doncella de Hierro” (Iron Maiden), que era un sofisticado elemento de tortura medieval creado en Alemania en 1515. El aparato era una gran ataúd en cuyo interior se encontraban escondidos numerosos cuchillos que penetraban la carne de la víctima cuando se cerraban las puertas. El objetivo de la Doncella de Hierro no era matar a las víctimas, sino torturarlas lentamente.

Lo cierto es que con los años las desapariciones de chicas comenzaron a aumentar. Bathóry hacía enterrar los huesos de los cádaveres en las afueras del castillo y en otras ocasiones se los entregaba a sus brujos para que practicaran experimentos de alquimia.

En la región de los Cárpatos entonces surjió la desesperación. Lo que había comenzado con desapariciones de niñas aisladas ya era una costumbre que se repetía y todas las sospechas apuntaban a la Condesa Erzsébet.bLa sirvientas que iban a trabajar con ella, nunca más volvían a ser vistas con vida. Las familias empezaron a ocultar a las mujeres jovenes en los hogares. En el pueblo había una enorme impotencia.

¿Cómo se podía pedir justicia cuando las sospechas caían sobre una de las máximas autoridades de la zona? Lamentablemente para que los asesinatos se detuvieran el miedo tenía que tocar a la clase alta. Aunque las brujas que la aconsejaban se lo habían repetido centenares de veces, Báthory las ignoró y empezó a sacrificar jóvenes de la realeza.

En este caso las conseguía a través de sus contactos reales. La Condesa conseguía las chicas con la promesa de educarlas para el futuro. Claro que el destino de sus “alumnas” era otro. Cuando las púpilas empezaron a morir “por enfermedad” demasiado seguido la preocupación del pueblo comenzó a convertirse en un asunto político.

Pola la única chica que había logrado escapar del castillo antes de ser capturada en el Ayuntamiento había llegado a denunciar a la Condesa frente a los curas de una iglesia. Tras la desaparición definitiva de la niña, los sacerdotes también comenzaron a presionar a las autoridades de otras regiones para que tomaran cartas en el asunto. Los cuerpos putrefactos entonces empezaron a ser encontrados por todas partes. A veces los traía el río que corría cerca del castillos o eran desenterrados por los lobos.

Las numerosas denuncias por parte de todos los frentes sociales hicieron que el Rey de Hungría Matías II, de la Dinastía Habsburgo interviniera en el tema.

30 de diciembre de 1610.

Matias II se presenta de imprevisto en el Castillo Cachtice junto con su corte y el Conde Gyorgy Thurzó, primo y enemigo político de Erzsébet. En las puertas del recinto no encontraron guardias ni nadie que los recibiera.

Paulatinamente el horror los empezó a invadir y poco a poco fueron descubriendo que todas las sospechas eran ciertas. Primero encontraron un chica desangrada en el salón principal y otra que agonizaba con la espalda agujereada. Los soldados del Rey encontraron en los calabozos docenas de mujeres torturadas en pésimas condiciones físicas.

Cuando la corte de Matias II irrumpió en uno de los salones principales descubrieron a la Condesa y sú sequito de brujas y cómplices en pleno ritual asesino. Literalemente los habían atrapado con las manos en la maza. Finalmente Erzébeth Báthory, la Condesa Sangrienta, como la apodarían los historiadores había caído.

Ese mismo día exhumaron 50 cadáveres ocultos en el jardin del castillo y el diarío personal de la Condesa donde se encontraba anotado los nombres de las 610 víctimas que fueron torturadas y asesinadas por la mujer. El juicio no duró demasiado y con las pruebas contundentes que tenías los acusadores no encontraron barreras a la hora de obtener justicia.

Todos los cómplices de la Condesa entre los que figuraban las doncellas de confianza, el mayordomo del castillo, las brujas y el enano bufón fueron decapitados. El Tribunal Supremo de Hungría consideró la reputación que hasta ese momento había tenido el apellido Báthory y le perdonó la vida a Erzsébet. No la ejecutaron pero la mataron en vida.

La mujer fue emparedada en una habitación oscura donde sólo había un pequeño espacio para que entrara un plato con comida. En esas condiciones Báthory logró vivir cuatro años.

¿Pueden imaginarse resisitir tanto tiempo encerrados en un estrecho espacio a oscuras?

Este es uno de los detalles más impactantes de esta historia. El 21 de agosto de 1614 encontaron muerta la Condesa cuando le acercaron un plato con comida. La vida de las máxima asesina serial de la historia había llegado a su fin.

Intentaron enterrarla en la iglesia de Cachtise pero los habitantes del lugar lo impidieron y el cuerpo de la homicida fue trasladado al noreste de Hungría. La aberraciones que cometió Erzsébeth generó la destrucción de la familia real y su apellido.

La mayor parte de la familia Báthory-Nádasdy huyó a Polonía y para la segunda mitad del siglo 17 el poder de la familia Báthory desapareció por completo. Los hechos que acaban de leer surgieron de la información que se recopiló en los últimos 400 años por parte de historiadores.

La pregunta es.¿Ella fue realmente la responsables de esos asesinatos?

No son pocos los investigadores que consideran que todo fue una infamia inventada por los enemigos políticos de Erzsébet. En aquella época era común que los miembros de la realeza torturaran o castigaran a su servidumbre y Báthory no fue la única persona de la aristocracia que prácticó el sadomasoquismo.

Sin embargo, la gran mayoría de las investigaciones coinciden en afirmar que en efecto fue una sádica asesina que se amparaba en su título de condesa para cometer los crímenes. Es posible que de haber seguido el consejo de sus brujas, sobre no tocar chicas de familias reales, nunca la hubieran detenido.

La realidad es que en la actualidad la imagen de Erzsébet Báthory fue limpiada en Hungría y en ese país existen muchas personas que la consideran una mártir como Juana de Arco. El gobierno de ese país posee una enorme cantidad de documentación sobre la Condesa Sangrienta, como el acta del juicio y carta personales. Sin embargo su diario íntimo nunca se hizo público y supuestamente “se desconoce su paradero”.

El resto del mundo no piensan como parte de los húngaros y Báthory es recordada como una de las grandes criminales de la historia. Si bien surgieron otras asesinas seriales, ninguna otra mujer se cobró tantas víctimas.El impacto cultural que tuvo esta historia es enorme.

En fin, esta fue la vida de la Condesa Sangrienta, cuyas aberraciones la convirtieron en un ícono en la historia de los asesinos seriales y el pobre Conde Dracula, queda reducido a un triste segundo plano.

Fuentes: Wikipedia - el libro “Mujeres perversas de la historia“ de La autora colombiana Susana Catellano de Zubiría - Blog de Hugo Zapata: "La Condesa Sangrienta" - Libro "La Condesa Sangrienta" de Alejandra Pizarnik

domingo, 11 de octubre de 2009

Dracula existió y fue mujer - Parte I

En Transilvania, se ha creado el mito de Drácula como el vampiro que hacía cosas terribles con sus vecinos, cuando en realidad, cuando se investiga un poco el tema, Vlad Tepes fue un príncipe de la zona de Valaquia que vivió en el siglo XV y se limitó a defender su tierra de ataques extranjeros, utilizando técnicas sanguinarias para intimidar a sus enemigos (el empalamiento) pero no mas que la gran mayoría de sus contemporaneos.

Sin embargo en una zona cercana, y un siglo después vivió una Condesa cuyas "hazañas" transforman al mito de Drácula en un personaje de Walt Disney: Esta es la historia:

Septiembre de 1609
.

En los alrededores del Castillo Cachtice, Rumania.

Pola tenía 12 años y tras ser testigo de los horrores que se llevaban a cabo en el castillo donde ella trabajaba como sirvienta decidió escapar y salvar su vida.

Su primera opción fue buscar refugio en el pueblo más cercano. Los alguaciles de la zona la vieron correr desesperadamente y cuando se enteraron que Piroska y Helena, las doncellas más importantes del Castillo Cachtice buscaban a la chica, los hombres intuyeron que la sirvienta había cometido alguna falta o robo y revelaron que la niña se enontraba cerca del ayuntamiento.

La vida de Pola terminó en el instante en que fue capturada por las doncellas. Ella lo sabía.

Cuando regresaron al castillo la leyenda cuenta que la Condesa Erzsébet Báthory la esperaba vestida unicamente con una larga túnica blanca. Para sorpresa de Pola, la señora Báthory la recibió con muestras de comprensión y amabilidad, una actitud que cambió en el instante en que se cerraron las puertas del castillo.

Erzsébet no dijo nada. Sus sirvientes y cómplices sabían lo que tenían que hacer. Las doncellas Piroska y Helena Jo con la ayuda del enano bufón Ficzco desnudaron violentamente a la niña y luego la encerraron en una jaula.

No era era una jaula común. Se trataba de un compartimiento demasiado estrecho para que que una persona pudiera pararse o sentarse. La única posición posible que Pola tenía para permancer en la jaula era arrodillada en cuatro patas. Dentro de la pequeña prisión había numerosas cuchillas afiladas.

Las doncellas levantaron con una polea la jaula, mientras la chica hacía lo imposible para no cortarse con las cuchillas. No sirvió de nada. Mientras el enano movia las cuerdas para que el compartimiento se balanceara, Pyroska pinchaba a la niña con una lanza para que se retorciera de dolor. Algunas versiones de esta historia indican que la doncella y el enano tuvieron relaciones sexuales mientras disfrutaban como la chica era torturada.

El detalle es anecdótico. Lo cierto es que al día siguiente el cuerpo mutilado de Pola se encontraba desparramado por el piso. Ahora las sirvientas habían aprendido la lección: Nadie escapaba del castillo de la Condesa Báthory.

Erzsébet Bathory fue la máxima asesina serial de la historia cuyas víctimas solían ser mujeres de entre nueve y veintiseis años.

Este es un caso bastante particular ya que dentro de la historia del crimen no se volvió a registrar otra mujer psicópata que se cobrara tantas víctimas y operara con la violencia y el sadismo con el que se manejaba esta asesina.

Gabriella Erzsébet Báthory-Nadásdy de Ecsed había nacido el 7 de agosto de 1560 en la ciudad de Nyíbátor, Hungría y su familia pertenecía a la más distinguda aristocracia de ese país. Los Báthory descendían de un importante clan de hunos que cobraron relevancia a mediados del siglo XIII. Como ocurrió con otras tantas familias reales de aquella época, los Báthory solían contraer matimonio entre ellos y de acuerdo a varios investigadores que siguieron la historia de la familia esto trajo como consecuencia la aparición de diversos grados de enfermedades mentales de distinta clase .

La que más se destacó fue sin duda la de Erzsébet. Simpre fue una mujer que se destacó por su belleza y a los 11 años fue prometida al Conde Ferenc Nadásdy de Nadad y Fogarasfold, quien tenía más de veinte años.

Al poco tiempo la enviaron a vivir al castillo de los Nadásdy donde se llevó pésimamente con su suegra, quien no soportaba que la joven ostentara todo el tiempo su apellido aristocrático Cuando cumplió 13 años quedó embarazada de uno de sus sirvientes. El joven terminó castrado y luego fue arrojado a unos perros hambrientos. Erzébet fue trasladada a otro castillo remoto donde los Nádasdy hicieron desaparecer al bebé.

Finalmente cuando cumplió 15 se casó con Ferenc y el hombre adoptó el apellido de soltera de su esposa, ya que era mucho más prestigioso. Erzsébet contó con una educación muy superior a la que tuvo la gran mayoría de la realeza húngara. La joven hablaba varios idiomas cuando muchos príncipes de la región ni siquiera sabían leer.

Su esposo, que era conocido como “El Héroe Negro“, por la enorme cantidad de batallas que ganaba en los conflictos de Europa del Este, practicamente no tenía contacto con la mujer.

Tras la celebración del matrimonio la pareja se instaló en el Castillo Cachtice en Rumania donde se las arreglaron para tener cuatro hijos. Erzsébeth llevaba una vida sumamente aburrida debido a las largas ausencias de su esposo que se anotaba en cualquier conflicto bélico que ocurriera en la zona, que por cierto no eran pocos, ya que las tierras de la pareja se encontraban cerca de los límites entre los reinos cristianos y el Imperio Otomano que vivían enfrentados .

El 4 de enero de 1604 se produce un cambio importante en la vida de la Condesa. Su marido muere luego de una enfermedad que se contagió en una batalla. De la noche a la mañana, la mujer que tenía en ese momento 44 años se convirtió en una importante señora feudal de Transilvania. Tras el entierro de su esposo, la primera acción de Erzsébet fue expulsar del castillo a la odiada suegra y toda la parentela de los Nadásdy. Las doncellas que durante ese tiempo habían estado bajo la protección de los familiares de su marido fueron encerradas en los sótanos y castigadas.

La familia Báthory era muy apasionada por los temas esótericos y la magia negra y desde muy chica Erzsébet recibió influencias de su nodriza, quien la instruyó en prácticas de brujería.

La Condesa pudo criar a sus cuatro hijos pero los sucesivos embarazos la hacían sentir vieja. Así comenzó la obsesión con la preservación de su belleza. Ella se sentía fea y eso repercutía en su constante mal humor que progersivamente desató su perversidad.

Por ejemplo, para atenuar sus dolores de cabeza solía morder a sus doncellas, ya que al lastimar a las chicas sentía que las jaquecas desaparecían. Llegó un momento en que sentía un odio especial hacia cualquier mujer joven que pudiera ser bella.

Su vieja nodriza que la había acompañado desde la infancia le dijo que los póderes de la sangre y los sacrificios humanos eran el gran remedio para preservar la juventud. El consejo de la mujer fue claro: La Condesa debía bañarse con sangre de doncellas vírgenes. En una ocasión mientras una joven se encargaba del acicalamiento de Báthory cometió el terrible error de tironearle el cabello mientras la peinaba. Erzsébet la golpeó con tanta fuerza que le partió la nariz.

La sangre salpicó en la mano de la Condesa y al observarla la mujer se convenció que su piel estaba más blanca y suave que el resto de su cuerpo. Su nodriza tenía razón y no se había equivocado en el consejo. Báthory convocó a Thorko, el mayordomo del castillo y a Dorottya una corpulenta sirvienta, quienes trasladaron a la chica golpeada a un baño.

Su única falta habia sido tironear un cabello enredado. En la habitación le cortaron la garganta a la doncella y llenaron la bañadera con la sangre, donde Erzsébet embardunó su cuerpo para recuperar su juventud.

El horror en el castillo de Cachtice recién había comenzado.

Sigue en Parte II...

martes, 6 de octubre de 2009

El Rey enamorado por Les Luthiers

El histrionismo de Ernesto Acher (el Luthier que abandonó el grupo hace ya 10 años), queda en evidencia en "el Rey Enamorado" el sutil doble sentido, y la insistencia del Rey en que el juglar utilice forzadamente un tiempo de verbos inadecuado, pero lejano a toda sospecha, crea una comedia de enredos, y juegos de palabras, desopilante.

La mejor Frase:

Sin dudas es esta:

el Poder, el Trono,
¿El Trono o Maria?,

al fin y al cabo, el Trono lo quiero para posarme sobre el,
y satisfacer mis deseos, los mas sublimes y los mas perversos,
en cambio a Maria la quiero para .... caramba, !que coincidencia!
Va en estas lineas y en el video a continuación nuestro homenaje a estos seis grandes de la música y el humor argentino.

viernes, 2 de octubre de 2009

Mecanico de Osvaldo Soriano

Mi padre era muy malo al volante. No le gustaba que se lo dijera y no sé si ahora, en la serenidad del sepulcro, sabrá aceptarlo. En la ruta ponía las ruedas tan cerca de los bordes del pavimento que un día. indefectiblemente, tenía que volcar. Sucedió una tarde de 1963 cuando iba de Buenos Aires a Tandil en un Renault Gordini que fue el único coche que pudo tener en su vida.

Lo había comprado a crédito y lo cuidaba tanto que estaba siempre reluciente y del motor salían arrullos de palomas. Me lo prestaba para que fuera al bosque con mi novia y creo que nunca se lo agradecí. A esa edad creemos que el mundo solo tiene obligaciones con nosotros. Y yo presumía de manejar bien, de entender de motores, cajas, distribuidores y diferenciales porque había pasado por el Industrial de Neuquén.


Antes de que me fuera al servicio militar me preguntó que haría al regresar. Ni él ni yo servíamos para tener un buen empleo y le preocupaba que la plata que yo traía viniera del fútbol, que consideraba vulgar. A mi padre le gustaba la ópera aunque creo que nunca conoció el Teatro Colón. Venía de una lejana juventud antifascista que en 1930 le había tirado piedras a los esbirros del dictador Uriburu, y conservaba un costado romántico.

Cuando le dije que quería seguir jugando al fútbol, lo tomó como un mal chiste. Me aconsejó que en la conscripción hiciera valer mi diploma de experto en motores para pasarla mejor. Siempre se equivocaba: fue como centro-delantero que evité las humillaciones en el regimiento.

Cualquiera arregla un motor pero poca gente sabe acercarse al arco. La ambición de mi padre era que yo conociera bien los motores viejos para después inventar otros nuevos. Igual que Roberto Arlt, siempre andaba dibujando planos y haciendo cálculos. Una tarde en que me prestó el Gordini para ir al bosque me anunció que al día siguiente, aprovechando sus vacaciones, lo íbamos a desarmar por completo para poder armarlo de nuevo.
Yo no le hice caso pero el se tomó el asunto en serio.

En el fondo de la casa tenía un taller lleno de extrañas herramientas que iba comprando a medida que lo visitaban los viajantes de Buenos Aires. Como no podía pagarlas, los tipos entraban de prepo al taller, se llevaban las que tenía a medio pagar y de paso le dejaban otras nuevas para tenerlo siempre endeudado. Había algunas muy estrambóticas, llenas de engranajes, sinfines, manómetros y relojes, que nadie sabía para que servían.


A la madrugada dejé el coche en el garaje y me tire en la cama dispuesto a dormir todo el día. Pero a las seis mi viejo ya estaba de pie y vino a golpear a la puerta de mi pieza. Mi madre no me permitía fumar y el entrenador tampoco, así que cuando me ofrecía el paquete yo sonreía y lo seguía por el pasillo poniéndome los pantalones. Caminaba delante de mí, medio maltrecho, y lo sorprendía que yo pudiera saltar un metro para peinar la pelota que bajaba del techo y meterla por la claraboya del taller.

-Sos un cabeza hueca-me decía. Se reía con Buster Keaton y leía La Prensa, que le prestaba un vecino.

Tal vez había envejecido antes de tiempo o quizá se enamoró de una mujer intocable en uno de esos pueblos perdidos por donde nos había arrastrado. Nunca lo sabré. Mi madre ha perdido la memoria y apenas si recuerda el día en que lo conoció, ya de grande, en las barrancas de Mar del Plata.
Me miró y dijo: "Vamos a desarmar el coche.

Después, cuando lo volvamos a armar, no nos tiene que sobrar ni una arandela, así aprendés". Era un día feriado, sin fútbol ni cine. Hacía un calor terrible y a mediodía el cura del barrio se presentó a comer gratis y a ver televisión. Pero antes de que llegara el cura mi padre me pidió que eligiera por donde empezar. Parecía un cirujano en calzoncillos. Sudaba a mares por la piel de un blanco lechoso que yo detestaba. Al agacharse para aflojar las ruedas del Gordini se le abría el calzoncillo y las bolsas rugosas bajaban hasta el suelo grasiento.

Puso tacos de madera bajo los ejes y empezo a sacar tornillos y tuercas, bujes y rulemanes, grampas y resortes. A mí me daba bronca porque creía que nunca más iba a poder llevar a mi novia al otro lado del río y entre los árboles.
Igual ataqué el motor con una caja de llaves inglesas, francesas y suecas. A mediodía, cuando el cura asomó la cabeza en el taller, ya teníamos medio coche desarmado. Los dos estábamos negros de aceite y habíamos perdido por completo el control de la operación. Mi padre había desmontado todo el tren delantero, la tapa del baúl, el parabrisas, y asomaba la cabeza por abajo del tablero de instrumentos. Atrás, yo había sacado válvulas y culatas y trataba de arrancar el maldito cigueñal.

De vez en cuando mi viejo gritaba "jCarajo, qué mal trabajan los franceses!" y arrojaba el velocímetro sobre la mesa mientras arrancaba con furia el cable del cebador. El cura nos miraba perplejo con un vaso de vino en una mano y la botella en la otra y de pronto le preguntó a mi padre cuántas cuotas llevaba pagadas. Ahí se hizo un silencio y el otro casi se pierde los tallarines gratis:
-Doce- le contestó de mal humor mi viejo, que era devoto de cristos y apóstoles . Y con la ayuda de Dios todavía tengo que pagar otras veinticuatro.

Tardamos tres días para convertir al Gordini en miles y miles de piezas diminutas y tontas desparramadas sobre la mesada y el piso. La carcasa era tan liviana que la sacamos al patio para lavarla con la manguera. La segunda tarde mi madre nos desconoció de tan sucios que estábamos y nos prohibió entrar a la casa.

Dormíamos en el garaje, sobre unas bolsas, y allí nos traía de comer. Vivíamos en trance, convencidos de que un técnico diplomado en el Otto Krause y un futuro conscripto de la Patria no podían dejarse derrotar por las astucias de un ingeniero francés. Fue entonces cuando mi padre decidió comprimir el motor y aligerar la dirección para que el coche cumpliera una performance digna de su genio.
Hizo un diseño en la pared y me preguntó, desafiante, si todavía pensaba que el fútbol era mas atrayente que la mecánica.

Yo no me acordaba cual pieza concordaba con otra ni qué gancho entraba en qué agujero y una noche mi padre salió a buscar al cura para que con un responso lo ayudara a rehacer el embrague. Al fin, una mañana de fines de febrero el coche quedó de nuevo en pie, erguido y lustroso, más limpio que el día en que salió de la fábrica. Lo único que faltaba era la radio que el cura nos había robado en el momento del recogimiento y la oración.
Le pusimos aceite nuevo, agua fresca, grasa de aviación y un bidón de nafta de noventa octanos. Hacía tiempo que mi padre había perdido los calzoncillos y se cubría las verguenzas con los restos de un mantel.

Mi novia me había abandonado por los rumores que corrían en la cuadra y mi madre tuvo que lavarnos a los dos con una estopa embebida en querosene. En el suelo brillaba, redonda y solitaria, una inquietante arandela de bronce, pero igual el coche arrancó al primer impulso de llave. Mi padre estaba convencido de haberme dado una lección para toda la vida.
Adujo que la arandela se había caído de una caja de herramientas y la pateo con desdén mientras se paseaba alrededor del Gordini, orgulloso como una gallo de riña. Después me guiñó un ojo, subió al coche y arrancó hacia la ruta.

A la noche lo encontré en el hospital de Cañuelas, con un hombro enyesado y moretones por todas partes.
-Andá-me dijo-. Presentate al regimiento como mecánico, que te salvas de los bailes y las guardias. Ese año hice mas de veinte goles sin tirar un solo penal. Por las noches leía a Italo Calvino mientras escribía los primeros cuentos. Mi viejo sabía aceptar sus errores y cuando publiqué mi primera novela, y me fue bien, se convenció de que en realidad su futuro estaba en la literatura. Enseguida escribió un cuento de suspenso titulado La luz mala, que inventó de cabo a rabo. Como Kafka, murió inédito y desconocido de los críticos. Por fortuna para el su único enemigo, grande y verdadero, había sido Perón.

[Publicado originalmente en el diario Página|12, este cuento forma parte de "Cuentos de los años felices". ©1993 Editorial Sudamericana]