sábado, 25 de julio de 2009

Angeles con Metralletas

Se esta llevando a cabo en este momento en San Diego, California la Comic Con.

¿Que es la Comic Con? Es una convencion anual de Comics que se lleva a cabo en el Centro de Exposiciones de San Diego durante finales de Julio y a lo largo de cuatro dias. . En la misma ademas de exponer material sobre comics, es tradicional que se puedan ver adelantos de películas, series de TV, videojuegos y juguetes basados en ellos.

Por ejemplo, tanto las series mas populares en cartelera (Lost, Dexter etc.) mas los proyectos de series que se vienen (Flash Foward, la remake de V Invasión Extraterrestre etc.) han tenido cada una de ellas su Stand. También algunos proyectos de películas para el 2010.

Entre todas, ha llamado la atencion especialmente una cinta que se estrenará en el 2010, llamada Legion.

Basada en un Comic, el argumento de esta nueva película trata sobre el hecho que Dios, harto de la humanidad (no entiendo porque..) decide enviar a la tierra un ejército de ángeles para exterminar a todos sus habitantes. Un grupo de personas en un restaurante en medio del desierto decide encarar una resistencia ayudados por un ángel renegado llamado Miguel.

Legion, portagonizada por Paul Bellamy (el Código da Vinci) y Dennis Quaid. se estrenará en U.S.A. en Enero de 2010, y llegará a nuestras playas un mes mas tarde.

Mas allá del hecho que se trata de una película de fantasía su controvertido argumento en el cual el villano principal es.. Dios, le asegura algunos problemas entre los fanáticos religiosos de siempre, tal como le sucedió al Código Da Vinci. La idea de los productores, si obtienen el éxito esperado es realizar una trilogía.

La imagen que adjuntamos es la de Bellamy caracterizado como el Angel Miguel.. eso en las estampitas que veíamos de chicos.. no pasaba.

sábado, 18 de julio de 2009

Ayer vi ganar a los Argentinos- de Roberto Arlt

Ustedes dirán que soy el globero más extraordinario que ha pisado El Mundo por lo que voy a decirles: Ayer fue el primer partido de fútbol que vi en mi vida, es decir, en los veintinueve años de existencia que tengo, si no se cuentan como partidos de fútbol esos con pelota de mano que juegan los purretes y que todos, cuando menos, hemos ensayado con detrimento del calzado y de la ropa.Sí; el primer partido, de modo que no les extrañen las macanas que puedo decir.

"Carnet" de periodista

Una naranja podrida reventó en el cráneo de un lonyi; cuarenta mil pañuelos se agitaron en el aire, y Ferreyra de una magnífica patada hizo el primer goal. Ni un equipo de ametralladoras puede hacer más ruido que esas ochenta mil manos que aplaudían el éxito argentino. Tanta gente aplaudía tras mis orejas, que el viento desalojado por las manos zumbaba en mis mejillas.

Luego, el juego decreció de entusiasmo y empecé a tomar apuntes. Aquí van; para que se den cuenta cómo trabaja un cronista que no entiende ni medio de football (creo que así lo escriben los ingleses). He aquí lo que vi. Un negro que vendía un paraguas abollado para librarse del sol.

Un regimiento de chicos que vendían ladrillos, cajones, tablas, naranjas, manzanas, bebidas sin alcohol, diarios, retratos de los footbalistas, caramelos, etc., etc. Un jugador argentino dio una costalada, Cherro erró un goal; de pronto suenan aplausos y en la pista de "Las oficiales", más aplausos a granel. El "Torito de Mataderos", pasaba entre una barra de admiradores.

Una voz grita tras mío: "Ese Evaristo está toda la tarde con la platea" (Y Evaristo fue el que hizo el segundo goal en combinación con Ferreyra). Otra naranja podrida estalla en el cráneo del mismo lonyi. Cientos de cachadores miran y se ríen.

Cherro yerra otro goal y un fulano que se esconde tras de los bigotes, se los retuerce al compás de malísimas palabras. Las gradas están negras de espectadores. Sobre estos cuarenta mil porteños, de continuo una mano misteriosa vuelca volantes que caen entre el aire y el sol con resplandores de hojas de plata. Se apelotonan jugadores uruguayos y argentinos en torno de un jugador estirado en el suelo. Fue una patada en la nuca. No hay vuelta; los deportes son saludables.

Otra naranja podrida revienta en el cráneo del mismo lonyi. Ferreyra gambetea que es un contento. No hay vuelta, es el mejor jugador del equipo, con Evaristo. ¡Ferreyra solo!, gritan las tribunas, y otro: "Ahí lo tienen al juego científico".

Desde un techo

Al sur de la cancha de San Lorenzo de Almagro, sobre Avenida la Plata, hay una fábrica con techo de dos aguas y varias claraboyas. Pues, de pronto, la gente empezó a mirar para aquel lado, y era que de las claraboyas, lo mismo que hormigas, brotaban mirones que en cuatro patas iban a instalarse en el caballete del tejado. Algo como de cinematógrafo. A todo esto el primer tiempo había terminado. Entonces, del alambrado que separa las populares de las plateas, vi despegarse al lonyi que recibía las naranjas podridas en el mate.

Tenía el cogote chorreando de podredumbre, la jeta cansada de tanto estar colgado y se dejó caer en el portland del piso, con gran satisfacción de los propietarios de las naranjas. Ahora el suelo quedó convertido en campamento gitano. Comencé a caminar. Había una cosa que me llamó la atención y era el agua que continuamente caía de lo alto de las tribunas. Le pregunté a un espectador por qué hacían ese regalo, y el espectador me contestó que eran ciudadanos argentinos que dentro de la constitución hacían sus necesidades naturales desde las alturas.

También vi una cosa formidable, y era un montón de purretes colgados de los fierros en la parte inferior de las tribunas, es decir, del lado donde únicamente se ven los pies de los espectadores. Todos estos chicos rivalizaban en agarrarle las piernas a una espectadora para ellos invisible.

Al margen del fútbol

Seguí caminando, pensando en los espectáculos que la suerte me había deparado ver por primera vez en mi vida, y vi un regimiento de mujercitas de aspecto poco edificante acompañadas de la barra de sus "maridos". Habían hecho rueda en asientos de diarios y tragaban salame de caballo y mortadela de burro.

El ruidoso trabajo de masticación era acompañado de una continua repetición de tragos de un brebaje misterioso que tenían encerrado en un porrón. Luego tropecé con una brigada de forajidos que vendían ladrillos, no para tirárselos a los jugadores, parece que para éstos se reservaban las botellas. Los ladrillos eran para servir de pedestal a los espectadores petisos.

Apareció un negro arramblando con una hoja de puerta, levantó una tribuna y comenzó a vocear; "veinte centavos el asiento". Varios padres de familia subieron al palco improvisado.

Avenida La Plata

Salí del field, pocos minutos antes que Evaristo hiciera el segundo goal. Todas las puertas de Avenida La Plata estaban embanderadas de magníficas pebetas. ¡La pucha si hay lindas muchachas en esta Avenida la Plata! De pronto resonó el estruendo de toda una muchedumbre de aplausos; desde lo alto de la tribuna un brazo como un semáforo hizo una señal misteriosa sobre el fondo celeste, y la voz rápidamente levantó un grito en la garganta de todas las pebetas:- Ganamos los argentinos: 2 a 0. Hacía mucho tiempo que los porteños no jugaban con trepidés.

Los uruguayos dieron la impresión de desarrollar un juego más armónico que el de los argentinos, pero éstos aunque desordenadamente, trabajaron con lo único que da el éxito en la vida: El entusiasmo.

sábado, 11 de julio de 2009

La poesía, del chanfle al segundo palo- de Juan Sasturaín

Recuerdo que mi viejo tiraba la bronca contra Aróstegui, porque "transmitía todos los partidos igual". Eran los años cincuenta -antes del memorable desastre del Mundial de Suecia del '58- y todavía no habíamos llegado a la fiebre analítica y descriptiva que nos invadiría poco después.

Por entonces, don Alfredo Aróstegui, "el relator olímpico", intercalaba algunos nombres propios entre un sinfín de frases hechas en las cuales recuerdo con especial afecto la que decía, antes de un saque lateral, "será encargado de ponerla otra vez en movimiento el jugadorr..." y ahí nombraba al "jas" correspondiente, ya que eran casi invariablemente ellos, cuando todavía no aspiraban a marcadores de punta, los encargados de esos menesteres.

Por entonces -"Quién es El Esférico, papá?", pregunté luego de oír por enésima vez que tal individuo "salía del campo de juego"- los relatores más notorios eran cuatro: Fioravanti; Veiga; el consabido Relator Olímpico, sistemáticamente deformado en "Aróstigue" por los analfas que proliferaban líricamente en los campos de juego; y el pintoresco uruguayo Lalo Pelicciari, autor de "tranquilo muchachos", "alto fuera" y el finalísimo "esto se acaba, señores".

Pero los orientales -Solé, Heber Pinto y tantos otros que no recuerdo- merecen un laburo descriptivo aparte porque son excepcionalmente gráficos, deslenguados, espontáneos, arrebatados hasta para crear una metáfora más desaforada sobre la marcha para manifestar un sentimiento que los supera.

Recuerdo, de pasada, cuando describiendo una jornada gloriosa de "la celeste", sobre los últimos minutos tomó la pelota en medio campo el "verdugo" Pedro Virgilio Rocha y el relator dijo poco más o menos que esto: "Avanza Uruguay, la lleva Rocha; la pelota al pie, la vista al frente, melena al viento... ¡Parece Artigas!..." Y seguramente habrá infinitas anécdotas superiores o ejemplos de una hipérbole aún mayor.

Ese nunca fue el rasgo propio de nuestros relatores. El caso Muñoz va por otros carriles, expansivos, sí, pero de otra índole y en diferente dirección. En aquellos años, el maestro Fioravanti -así reconocido por todos, al menos formalmente- hilvanaba con elegancia los términos de una descripción del juego en que, mientras inauguraba ciertas muletillas que con el tiempo se han vuelto inaceptables: "saltan varios hombres", "entrega la pelota a un compañero", "hay una serie de rebotes" y otras serie de vaguedades no atribuibles a la lentitud expresiva sino a otro criterio, menos pormenorizado pero ortodoxa y literariamente narrativo, que hacía lugar a la expresión florida y la metáfora sutil.

Y para este lado queremos rumbear. Góngora en los relatos Las vertientes de Fioravanti fueron varias. Voy a dar dos ejemplos por los que puedo ser desmentido, pues no soy un erudito en la materia, pero cuya representatividad es innegable: el hallazgo de "el cancerbero" y la mágica invención de la "nube de fotógrafos". Dos líneas poéticas en el arsenal metafórico del maestro.

El clasicismo renacentista que con Dante introduce la mitología en el "Inferno" y, dentro de ella, al Can Cerbero, perro descomunal de tres cabezas, custodio feroz de las puertas insalvables al extraño, por una insólita traslación se introdujo en el repertorio expresivo de un vate rioplatense y futbolero que buscó en el momento la idea que expresase el fervor defensivo de Pancho Lombardo, el vasco Echegaray o cualquier otro implacable marcador.

Lo de la metáfora o figura que asoció el numeroso grupo de fotógrafos al fenómeno trivial y meteorológico es de más fácil explicación: desde lo alto, en la cabina de transmisión, las huestes de reporteros gráficos -eufemismo josemariano- suelen evocar, frente a las clásicas formaciones de hincados y de pie, globosas figuras de nimbus, cirrus y cúmulus.

El innegable hallazgo expresivo, sin embargo cristalizó rápidamente en un tropo retórico y socorrido a la manera de nieve/piel, perla/dientes gongorinos y se ha convertido en un pecado de lesa comunicación para los profesionales del relato.

Juntó a los "miles de pañuelos blancos que emergen de las tribunas -o de los cuatro costados del campo- saludando la victoria del equipo tal", caer en su mención es sólo equiparable en bostezo mental a los "siniestros de proporciones" y a los funcionarios que "hacen uso de la palabra" y demás torpeza rotuladas por la agencias.

Sin embargo, la riqueza de las imágenes de la jerga futbolera linda con el despilfarro. Y fue, sin duda, el período de mayor desorientación táctico-técnica-dirigente, que sucedió al descripto, el que entregó los mejores momentos en cuanto a hallazgos gráficos y analogías curiosas. Y no es difícil decir por qué: en la crítica y el comentario de fútbol había irrumpido la ironía.

jueves, 9 de julio de 2009

El Maestro Apo


Alejandro Apo ha de ser uno de los periodistas que mas entiende sobre la esencia del sentimiento de la persona que adora el fútbol.

Entiendo que haya mucha gente que es capaz, de alegrarse con un resultado, gritar un gol con toda la fibra, amargarse cuando las cosas vienen, de un modo opuesto al deseado etc. Pero.. hay un "algo mas" que nos pasa a todos gracias a este bendito deporte que muchos sentimos, pero muy pocos pueden realmente explicarlo.

En sus espectáculos y en su programa de radio llamado "Todo con Afecto" Apo se transforma en una especie de trovador. En sus propias palabras, en la lectura de cuentos, en los reportajes con anécdotas increíbles sobre los personajes mas queridos del fútbol, el va transmitiendo ese sentimiento y de algún modo esclareciendo a todos aquellos que sentimos algo parecido, pero nos cuesta mucho mas explicarlo.

En mi caso, el famoso 24 de Julio de 1993, en esos minutos previos y posteriores a la salida del equipo de Temperley, dos años después de haberlo.. perdido al Celeste y de haber sentido que lo hacía para siempre, afloraron en mi todos esos sentimientos y afectos que Alejandro tan bien describe. Es obvio que siempre los tuve, y los tendré, pero salvo por aquellos minutos, casi nunca puedo explicarlos tan bien como el lo hace.

Para quienes ubican a Alejandro Apo, solo como el comentarista de Victor Hugo Morales, y no lo tienen en este rol de trovador sobre los sentimientos del fútbol, y porque no decirlo, la vida, les recomiendo el Blog Alejandro Apo - Cuentos de Futbol hecho por Jorge Clarotti. con los audio del programa de Alejandro.

jueves, 2 de julio de 2009

Personajes de Buenos Aires

Cuando un camina por la Calle Florida, es inevitable no entretenerse viendo la gran variedad de personajes que por ella transitan.

Hoy con el Celular (de ahí la mediocre calidad de las fotos) tomé instantáneas de algunos de ellos.